Frente al tutu, los moños, las zapatillas de punta y los movimientos rígidos, Isadora propone, desde niña, bailar descalza, con túnicas griegas, la melena al viento y movimientos ondulatorios,  en armonía con las otras artes y con el ritmo esencial de la Naturaleza.

Este espectáculo es un CANTO A LA VIDA, un elogio a las mujeres que luchan y que son, un homenaje al instinto, a la naturaleza, al arte…

Una reivindicación apasionada y eterna a la “JOIE DE VIVRE”,  que es tanto “la alegría de vivir” como “la exaltación del espíritu”.

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Las 3 actuaciones de Isadora en Teatro Lagrada son las últimas de la segunda gira nacional con el Ministerio de Cultura de Isadora, que, en plena pandemia y en plan kamikaze, ha visitado 10 comunidades autónomas y realizado 36 funciones, aparte de las 33 funciones en el teatro El Montacargas, sede de la compañía titular, donde se estrenó en noviembre del 19.