Ghelderode abre camino a la vanguardia del arte dramático moderno alimentándose de la tradición gótica de la que toma esa atmósfera de pesadilla que transmite ESCORIAL. El autor utiliza la ironía para imaginar lo que aquellas grises paredes del Monasterio ocultaban. Mediante un inteligente y extraño juego teatral se nos va dibujando la decadencia, la miseria y la abyección humanas. Entra así en escena la delirante exaltación de dos mentes retorcidas que no tardarán en entrar en combate.
Estamos ante un duelo de poder entre un Rey y un Bufón, donde uno parece ser la extensión del otro, en una dinámica continua y circular.
Es realmente la farsa dentro de la farsa. Con dos acompañantes tan delirantes como fieles: la Muerte y la Locura.


